Mi princesa mágica...es un regalo de Dios...se llama Yasmin...Dios me enseñó a ver las cosas de otro punto de vista...tengo que enseñarla los caminos por donde debe caminar, sobretodo que aprenda a caminar por los caminos de Dios...y lo que me deja un poco triste es saber que un día ella se irá de mi casa... y cuando se vaya, ella sin saberlo se estará llevando un pedazo de mi vida.
Por eso ahora tengo que aprovechar estos momentos que puedo estar con ella y si yo pudiera... detendría el tiempo...pero no puedo....te amo princesita...te amo en el Señor Jesús.....
Bueno es alabarte, oh Jehová, y cantar salmos a tu nombre, Oh Altísimo; Anunciar por la mañana tu misericordia y tu fidelidad cada noche. (Salmo 92.1,2)
