Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios...

Muchos cristianos se deparan con un gran dilema...después que se convierten al Señor Jesús...no saben si aislarse como un monje budista o continuar viviendo en este mundo...con sus tristezas, alegrías, sufrimientos, etc.

Yo me recuerdo de una frase que dice así: Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios...estas palabras fueron dichas por Jesús luego que unas personas queriendo pobarle le dijeron si es lícito pagar impuestos al imperio romano. Jesús en su infinita sabiduría profirió estas sabias palabras y en ella yo aprendo muchas cosas, por ejemplo cuando las personas se casan, ellos tienen que hacerlo por lo civil en respeto a las leyes de la sociedad (están dando al césar) luego se casan por la iglesia en respeto a las leyes religiosas (están dando a Dios el respeto debido).
Los cristianos debemos evitar dar mal testimonio.
Debemos ser sal de la tierra y luz del mundo...a través de nuestros ejemplos y de nuestro buen testimonio debemos motivar a que otras personas glorifiquen el nombre de nuestro Señor Jesús...cada día debemos pedir que el Señor nos transforme conforme sus propósitos por el cual fuimos llamados a ser parte del este pueblo santo, redimido y lavado por la sangre del cordero...y de este modo los que no creen vengan a creer.
Glorificado sea el nombre del Señor Jesús....